Cuatro cosas que los abogados no pueden olvidan.
Empieza un nuevo ejercicio, y si bien debemos ver como nos ha ido en el 2009, también hay que pasar página y planificar estos doce meses que tenemos por delante así que, vamos allá:
1. Marquémonos objetivos realistas en relación a los temas principales:
Ventas: vamos a pensar cuánto podemos vender este año en términos reales (igualas actuales, asuntos en curso, presupuestos presentados, objetivos de captación de nuevas igualas y asuntos, etc…)
Compras: seguramente tendremos una idea muy aproximada de los gastos en que vamos a incurrir.
Inversiones: ¿es este el momento de hacer inversiones? si es así, vamos a cuantificarlas y a prever su financiación y pago.
Publicidad y Marketing: Es el momento de reflexionar hacia donde queremos ir, hecho esto ¿porque no hacer un presupuesto de marketing pensando cuánto dinero le vamos a dedicar a publicitarnos y qué acciones vamos a llevar a cabo?
No nos olvidemos de utilizar herramientas de seguimiento para controlar si se cumplen las previsiones.
2. Confeccionemos un presupuesto anual que incluya todas las partidas anteriores, mas el coste de la estructura, esto nos permitirá analizar las desviaciones respecto a lo que nos hemos marcado como objetivo, tanto en ingresos como en gastos.
Vamos a revisar mensualmente estas desviaciones, de esta forma podremos reaccionar a tiempo (no dejemos el presupuesto olvidado en el cajón para sacarlo al final del año y ver que ha pasado)
3. Anticipémonos al banco para renovar la póliza: preparemos los números de la empresa, la previsión para el ejercicio y un pequeño escrito que ilustre nuestro proyecto y objetivos. Todo ello se lo entregamos al director de la oficina tres meses antes de vencer el plazo de la póliza.
El banco va a agradecer que le facilitemos el trabajo y que le justifiquemos el motivo de nuestra solicitud, a la vez que nos damos tiempo suficiente para negociar las condiciones, tanto con la entidad financiera habitual, como para buscar alternativas si fuera necesario.
4. Pensemos en nuestro equipo:
Expliquemos nuestro proyecto con claridad: ¿qué queremos conseguir este año? ¿Queremos crecer, estabilizarnos, etc…?
Comuniquemos que es lo que esperamos de ellos, hagámosles partícipes del proyecto.
En otras palabras, ejerzamos el liderazgo efectivo que todo despacho necesita. Tómale el pulso a tu bufete.